SONRÍE
El eterno dilema de siempre ¿es bueno echar la vista atrás? Pienso que a veces sí. Y, si es en positivo, es una vacuna para los días que perdemos un poco el norte y nos recoloca donde tenemos/queremos volver a estar. Hace unos días, organizando las fotos familiares (proyecto personal de varios años ya, que voy haciendo muy poco a poco) me topé con ella y me llevó de un asalto a ese día, a ese momento. Esa sonrisa que aún compartimos, y que será para siempre nuestra, es la que nos mantiene con los pies en la tierra, la que nos tiene ancladas a la vida, pase lo que pase. Gracias a esa sonrisa, vivimos y sobrevivimos todos estos años (y los que nos quedan, morena) Y agradecí reencontrarme con ella después de un mes de enero algo largo y extraño. Seguimos batallando con idas y venidas, con reajustes de alma y con búsqueda de nuevos caminos. Si algo tengo claro, con el paso de los años, es que nos tenemos la una a la otra, que nadie nunca ocupará nuestro lugar, que tenemos que tirar para ad